martes, 7 de enero de 2014

Día solitario

Una vez más  volví a sentirme transparente a la mirada de la gente. Una vez más mi cuerpo se confundió con una ilusoria sombra. Hacía tiempo que no me sentía así…

No pude aguantarlo y salí corriendo, escapando de aquel lugar y de la mirada de la gente. Quería irme lejos, muy lejos. Quería ir a ese lugar de mi imaginación en el que nada es doloroso. Corrí y corrí hasta que ya no podía más.

Acabé en medio del campo.

Respiré profundamente y miré a mi alrededor. Mis lágrimas brotaron y mis mejillas se humedecieron. Todo estaba tan solitario y tranquilo… y solo así conseguí sentirme en paz. Me sentí avergonzada conmigo misma. "¿Por qué siempre huyes de los problemas?" me preguntaba sin respuesta.


Puse música y empecé a caminar, deseando que simplemente pasara el tiempo rápido. 

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