Una vez más volví a
sentirme transparente a la mirada de la gente. Una vez más mi cuerpo se
confundió con una ilusoria sombra. Hacía tiempo que no me sentía así…
No pude aguantarlo y salí corriendo, escapando de aquel
lugar y de la mirada de la gente. Quería irme lejos, muy lejos. Quería ir a ese
lugar de mi imaginación en el que nada es doloroso. Corrí y corrí hasta que ya
no podía más.
Acabé en medio del campo.
Respiré profundamente y miré a mi alrededor. Mis lágrimas
brotaron y mis mejillas se humedecieron. Todo estaba tan solitario y tranquilo…
y solo así conseguí sentirme en paz. Me sentí avergonzada conmigo misma. "¿Por qué siempre huyes de los problemas?" me preguntaba sin respuesta.
Puse música y empecé a caminar, deseando que simplemente
pasara el tiempo rápido.
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