Y aquí me encuentro, una vez más, abriendo un nuevo camino, empezando de cero, completamente sola.
Es raro estar tan sola de la noche a la mañana. Ahora mismo me siento como una extraña de otro planeta que no tiene ni siquiera derecho a estar en este mundo. Estoy perdida, sin rumbo... Sin nadie que me guíe, ni nadie que me apoye. Incluso me he quedado sola en el piso en el que estoy. Cada mañana y cada noche me hundo en un mar de lágrimas sin poder evitarlo. Sollozando como un bebé.
En todo caso, es lo que me merezco. Estaba tan corrupta que ya no quedaba bondad en mi corazón... ni un ápice de humildad, nada. Esto es algo que necesitaba. Cortar con todo. Deshacerme de todo aquello que por aquel entonces era mi mundo, y volver a empezar.
De los errores se aprende y yo necesito aprender de una vez la lección.
Limpiaré mi alma, poco a poco. Por mucho que eso me cueste, lo haré.
Ya he perdido demasiadas cosas por miedo a perder. Mentía por miedo a perder y al final he perdido todo por mentir. Qué paradójico, ¿verdad?
Mi corazón estaba negro, y mi alma también.
Abriré de nuevo mi propio camino, se que lo conseguiré, pero todos los comienzos son difíciles y por eso necesito más determinación y fuerza que nunca.
Mentiría si dijera que esto es fácil, mentiría si dijera que no me está resultando duro... Pero estoy harta de mentir.
Hoy he soñado con un murciélago. Éste me dijo hace tiempo: "Si quieres, puedes" Eso me ha dado ánimos y fuerzas. Realmente quiero cambiar, así que lo lograré.
Como siempre, empezaré con un cambio radical de peinado, quizá me vuelva peliazul, o simplemente me corte el pelo muy corto. Lo único que se es que quiero un peinado totalmente distinto a cualquiera que ya haya tenido.
Se acabó. Se acabó porque realmente quiero que acabe. Y ya no hay marcha atrás cuando una leo como yo toma una decisión de verdad.
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